"Un día de campo"
La rosa era acariciada
por el roció del amanecer
cuando el sol despertaba
de su letargo nocturno
para adueñarse del cielo
y despoblarlo de estrellas.
Entonces comenzó lentamente
el vuelo de las abejas, en la búsqueda
del polen de las flores.
El canto de los pájaros
alegraba la mañana
de los obreros que marchaban al trabajo.
A lo lejos el campo, se pinta de amarillo
cubierto de trigales.
La vida se abre paso desde la tierra
en múltiples raíces para dar
su renovado fruto.
Que canten los cosecheros,
mientras sus maquinas desgranan los trigales,
que serán multiplicados en panes y alimentaran
al pueblo; oh transformado en hostias
que simbólicamente unirán al hombre,
en comunión, con el Eterno Padre...
Autor Néstor Salgado
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar nuestros articulos