Para sanar las heridas emocionales hay que recuperar nuestra autoestima; sentirnos fuertes ante las adversidades y tener la suficiente confianza en Dios, que nos haga sentir que las malas experiencias vividas fueron la enseñanza que el destino nos puso en el camino en nuestro diario vivir para pulir nuestro defectos y ayudarnos a ser mejores seres humanos.
Néstor O Salgado
A veces todos necesitamos algo así, ver y escuchar video
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